La poesía en las aulas
Que la falta de recursos no sea el motivo por el que no
trabajes la poesía en las aulas. Dejamos a vuestra disposición 8
actividades con las que provocar que la poesía se convierta en un
juego.
1. Inventar finales a las palabras que ayuden a rimar.
A veces cuesta conseguir que algo rime, que tenga cierta
musicalidad,
cierto sonsonete. Colocar palabras con aumentativos,
diminutivos... hace que la
rima se torne mucho más fácil.
Podemos
inventar una "máquina transformadora" que aumente o
disminuya los objetos y así trabajar estos conceptos, que luego
introduciremos
en nuestros poemas.
El trabajo puede comenzar con
los nombres de los niños y niñas:
"Si Juan fuera muy grande,
muy grande, lo llamaríamos ... JUANÓN" y podríamos hacer un pareado: "Juanón duerme en un
sillón, cajón,
camión..."
Posteriormente iremos viendo
poemas con esta dinámica, inventando
otros nuevos, etc.
2. Buscar "cosas" que rimen.
El objetivo es iniciar con nuestros alumnos el trabajo de
la rima de una
manera lúdica. Conviene estructurar el ejercicio de
manera adecuada y
disponer los apoyos que sean necesarios para que
vayan descubriendo el juego
de sonido que encierra la rima. Para
ello se colocan en un lugar visible para los
alumnos (alfombra,
caja...) una serie de tarjetas u objetos cuyas terminaciones,
por
parejas, suenen igual y empezamos el juego.
3. Introducir variantes a poesías conocidas
.
El mecanismo es muy sencillo: consiste en jugar con
poesías ya aprendidas.
Para ello podemos introducir, añadir e
inventar todo aquello que deseemos.
4. Utilizar una frase "comodín".
Introducir una frase comodín puede ayudarnos a iniciar a
los alumnos en la
creación de poesías; la frase comodín da un
ritmo, una sonoridad, un nexo al poema
y hace que sea muy sencilla
su elaboración.
5. Dibujar la poesía
.
El dibujo, por su atractivo, nos sirve de apoyo a la hora
de enseñar una
nueva poesía a nuestros alumnos: "escribimos
-por medio de dibujos- la poesía en
la pizarra", al tiempo que
la recitamos. De esta manera quedarán recogidas en
libros de clase
donde los alumnos, a través de la imagen, las podrán "leer"
y
descubrir que la escritura es útil porque nos ayuda a recordar.
6. Crear poemas.
Se propone a los alumnos que enumeren o citen palabras
con alguna
característica especial (monosílabas, bisílabas,
llanas...) Estas palabras se van
escribiendo en el encerado y se
leen haciendo énfasis en la entonación.
7. Organizar recitales poéticos.
Periódicamente (cada mes, trimestre...) se puede
organizar un recital de
poesía. Para ello cada alumno aprenderá un
poema que recitará el día fijado
ante los demás compañeros del
colegio y sus familias.
Al recital se le puede dar un carácter
monográfico -sobre un autor, un
grupo o un movimiento literario, un
determinado tema...- o estar basado en
poemas sin ningún hilo
conductor. Es el primer planteamiento el que,
entendemos, ofrece una
mayor coherencia e interés. Y en ese marco, algunos
temas motivo
del recital podrían ser: árboles, animales, lugares, oficios, la
Navidad, la solidaridad...
8. Cantar las poesías.
La poesía también puede ir acompañada de la música.
Buen ejemplo de ello
son las canciones de nuestro folclore (nuevo
Mester, La Musgaña, Tradere, Vanesa
Muelas...) y de multitud de
cantantes y cantautores actuales. Una actividad
interesante con
nuestros alumnos es la audición de poesías cantadas o la
recitación
de las letras de canciones actuales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario