Aquí les dejamos algunas de las razones por las que un maestro no tiene que ser un guardián, vigilante, sargento o, en definitiva, un carcelero, sino todo lo contrario, un guía, un emprendedor del nuevo conocimiento, un ejemplo de disfrutar con el aprendizaje, todo un cocinero de nuevas recetas que lleguen a los niños con el fin de estimular su motivación y ganas por el aprendizaje.
- EL/LA MAESTRO/A ES COMO UN/A COCINERO/A
-
Porque: alimentar es diferente a echar de comer.
- Implicaciones: el objetivo del cocinero no es llenar la barriga del cliente sino
proporcionar una comida satisfactoria, es decir, el maestro no busca el
aprobado de sus alumnos sino que se forme y aprenda nuevos conocimientos.
- EL/LA MAESTRA/O NO ES COMO UN/A CARCELERO/A:
-
Porque: su tarea principal no es vigilar al alumno.
-
Implicaciones: la función principal del profesor es educar y formar al alumno no
custodiar su educación ni convertirla en un cuartel educativo.
Aplicaciones
interrogativas: ¿Se revelará algún alumno en
el caso de que el aula resultara una celda?, ¿Los compañeros seguirían el
ejemplo del alumno revelado?, Por el contrario, ¿debido al miedo que
supondría el maestro, seguirían
aguantando el sufrimiento?
Ahora nuestra propuesta es...
¿Eres capaz de crear dos figuras similares al maestro como cocinero y carcelero? Estamos deseando que la compartas con nosotros.
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